Es el sueño de los conductores, poder desplazarte de una punta a otra de la ciudad en pocos minutos sin tener que soportar el tráfico o las normas de circulación. El prototipo se ha construido en el condado de los Ángeles y tiene aproximadamente dos kilómetros de largo.
Se trata de un túnel con dos raíles por los que circularían los coches, que tendrían que ajustarse a ellos con un sistema de agarre y solo para eléctricos o autónomos. La idea que tiene Musk es que estos túneles se distribuyan por el subsuelo de las ciudades y sean una alternativa rápida y barata para desplazarse, sin atascos, sin semáforos y sin humos.
Un proyecto sin duda llamativo y novedoso que sin embargo desmontan los expertos en circulación. Critican a Musk por vender aire, es decir hacer grandes presentaciones mundiales de ideas que difícilmente se pueden poner en practica. No es viable, dicen, querer meter por esos túneles los 14 millones de coches que por ejemplo circulan a diario por Los Angeles.