"Vladímir Vladímirovich (Putin) lo dijo todo, no hubo acuerdos secretos. Por lo que yo sé de las reuniones celebradas en Helsinki, no los hubo", dijo Antónov a la prensa rusa. Por otra parte, al hablar de la supuesta interferencia de Rusia
en las elecciones de EEUU, el diplomático evocó el refrán ruso que dice que "de cien ratones nunca harás un tigre".
"Por eso, por muchas sospechas que haya, nuestra principal exigencia es que las pruebas se pongan sobre la mesa", insistió. El diplomático dijo que los mandatarios no hablaron de las sanciones impuestas a Rusia, pero sí de cooperación económica.
"Estamos abiertos al diálogo con EEUU y todo depende de hasta qué punto ellos están dispuestos a poner en marcha los acuerdos de palabra que se alcanzaron en la reunión", subrayó. Antónov indicó que Rusia intentará ayudar a Trump a normalizar las relaciones bilaterales, aunque admitió que esto no será fácil para el presidente estadounidense.
"Creo que (Trump) lo tendrá muy difícil. Por lo menos, intentaremos ayudar en lo que podamos a nuestros colegas estadounidenses", dijo el embajador, para quien "en la primera etapa hay que hallar aunque sea un pequeño plan de proyectos conjuntos que permitan sacar de punto muerto las enormes moles de discrepancias".
La primera cumbre entre los dos mandatarios que Helsinki acogió el 16 de julio duró cuatro horas, incluido un cara a cara de dos horas, pero acabó sin grandes acuerdos. En unas declaraciones realizadas tras la reunión, Putin calificó
a su interlocutor como una persona "muy cualificada" que "escucha y atiende argumentos" sin dejar de mantener su opinión en algunos asuntos.
"Debo decir que no tenía mayores expectativas, porque era nuestra primera reunión con contenido y a mi parecer debía tener un carácter preparatorio (...) pero ocurrió de otro modo", reconoció el jefe del Kremlin.