Margaret Loughrey ha sido encontrada muerta en su casa de Belfast a los 56 años, ocho años después de ganar el Euromillones y según las primeras hipótesis, por causas naturales.
Una vez convertida en millonaria y meses después de recibir el premio declaró, según recoge DailyMail, que su vida había cambiado radicalmente hasta tal punto que se convirtió en un infierno, porque, debido a su popularidad tras ganar el premio, fue víctima de numerosos robos y acoso por parte de gente que la identificaba.
"He tenido seis años de esto y no creo en la religión, pero si hay un infierno, he estado en él durante los últimos años. Así de malo ha sido lo que he atravesado", aseguró en una entrevista previa al diario Sunday Life.
Donó parte del premio
Tras vivir esa situación, Margaret decidió donar gran parte del premio a organizaciones de caridad y conservar lo necesario para poder vivir los años que le quedasen, pero según afirmó de nuevo, su vida nunca volvió a ser la misma.
El alcalde de la ciudad donde residía la mujer ha comunicado que los vecinos se encuentran afectados por la triste noticia ya que Margaret era muy conocida por todos por sus actos benéficos en apoyo a la comunidad.