El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha defendido este martes que el asesinato del periodista saudí Jamal Khashoggi en el consulado de su país en Estambul fue "planeado y premeditado", al tiempo que ha reclamado al rey Salmán que permita que los 18 detenidos hasta ahora por los hechos sean juzgados en Turquía.
En su esperada declaración sobre los hechos en el Parlamento turco, Erdogan ha indicado que las pruebas recabadas hasta ahora por la Policía y los servicios de Inteligencia turcos apuntan a que Jamal Khashoggi fue objeto de "un asesinato violento y salvaje" en el interior del consulado.
"El incidente no fue algo momentáneo" sino que fue "resultado de una operación planeada", ha defendido, subrayando que quince saudíes expertos en Inteligencia, seguridad y forenses llegaron de forma apresurada a Estambul en las horas previas a que Jamal Khashoggi llegara al consulado.
El presidente turco ha dejado claro que su país pretende hacer lo que haya que hacer para aclarar lo sucedido y ha incidido en que aún quedan interrogantes por resolver, como por qué se formó este grupo y quién dio la orden, pero sobre todo dónde está el cuerpo. A este respecto, ha pedido que se revele la identidad del "colaborador local" al que las autoridades saudíes han dicho que se entregó el cuerpo.
Por último, ha pedido al rey Salmán, de cuya sinceridad ha dicho no dudar, que permita que los 18 detenidos por el asesinato --los 15 identificados por Turquía inicialmente junto con tres trabajadores del consulado-- sean juzgados en Turquía, ya que los hechos se produjeron en Estambul, aunque el consulado sea suelo saudí. "Es su prerrogativa, pero esa es mi recomendación y sugerencia", ha afirmado.