Madrid |
El sacerdote que presidió la ceremonia equivocó los nombres en el registro del matrimonio y terminó inscribiendo como cónyuges a la dama de honor y al padrino y enviando el documento firmado a las autoridades eclesiásticas.
En el Reino Unido es habitual firmar el registro en la propia iglesia, al finalizar el rito y lo normal es que los novios aporten dos testigos. En este caso, el error del sacerdote terminó convirtiendo en esposos al hermano del novio y a la mejor amiga de la novia que ni se conocían antes de llegar a la iglesia. De hecho, el flamante nuevo marido se había declarado a su novia el día anterior y ella, presente en la ceremonia salió de la iglesia con su pareja convertida en esposo de otra mujer.
Los cuatro involucrados en esta historia, además del sacerdote que ocasionó el error, están ahora tratando de solucionar el entuerto. No parece difícil que puedan anular su matrimonio. Eso sí, los novios originales tendrán que volver a casarse.