INFORME CEAR

España a la cola de la UE en reconocimiento de asilo, pese a ser el tercero con más solicitantes

La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) denuncia que los procedimientos burocráticos para conseguir el asilo en España se eternizan, incluso a la hora de pedir cita.

Diana Rodríguez Pretel

Madrid |

Audio: Diana Rodríguez Pretel / Imagen: Ala Kheir - Europa Press

El “Informe CEAR sobre personas refugiadas en España y Europa” señala que, pese a que somos el tercer país de la UE con más solicitudes de asilo por detrás de Alemania y Francia, España sigue a la cola en las cifras de reconocimiento de asilo: en 2023 sólo se registró en nuestro país el 12% de resoluciones favorables (tres puntos menos que en 2022) frente al 42% de media en la Unión Europea.

El sistema de asilo en España falla, tal y como advierte la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), desde que empieza hasta que termina. Su director general, Mauricio Valiente, ha explicado este lunes que el procedimiento se puede demorar entre dos y tres años y para conseguir una cita cerca de diez meses por culpa de gente e incluso mafias que se aprovechan del caos administrativo. “Acaparan las citas que salen por internet semanalmente y luego las venden a precios desorbitados. Han llegado a pagar hasta 3.000 euros por una cita, con lo que supone para estas personas”, afirma Valiente.

Tapón en las solicitudes

Venezuela, Colombia y Perú son los tres países con más solicitantes de asilo en España, y se calcula que actualmente hay al menos 200.000 expedientes paralizados. “No me atrevo a cuantificar cuántas personas están a la espera de solicitar el asilo”, añade el director general de CEAR.

La guerra en Gaza y el aumento de llegadas a Canarias demuestran, según el informe, que siguen creciendo las necesidades de protección. Con 120 millones de refugiados y desplazados forzosos en el mundo, según las últimas cifras de ACNUR, desde CEAR reclaman la necesidad de un nuevo pacto europeo de inmigración y asilo, porque el recién estrenado es “el mayor retroceso en materia de asilo que ha vivido la UE desde su constitución”, como ha sentenciado Mauricio Valiente, que apuesta por vías seguras y que se habilite la solicitud por vía diplomática.