La ejecución ha sido la primera en Ohio desde que, en enero de 2014, el estado administró al reo Dennis McGuire una inyección letal defectuosa que marcó el inicio del declive de la pena de muerte en Estados Unidos.
A Phillips, un hombre blanco de 43 años, lo declararon muerto a las 10.43 hora local (14.43 GMT) de este miércoles 26 de julio, tras recibir una inyección letal en el Centro Correccional del Sur de Ohio (Lucasville), según notificó el Departamento Correccional y de Rehabilitación del estado.
Los abogados de Phillips habían presentado dos recursos ante el Tribunal Supremo de EEUU basados en el método de ejecución utilizado por Ohio y en la temprana edad del reo, 19 años, cuando cometió el crimen, pero ambos fueron rechazados la noche del martes 25.
Sheila tenía apenas tres años cuando Phillips abusó sexualmente de ella, la lanzó contra la pared y la golpeó en la cabeza y en el abdomen hasta que murió el 18 de enero de 1993 en Akron (Ohio), según confesó. La madre de la niña, Fae Evans, fue condenada a entre 13 y 30 años de cárcel por homicidio involuntario y murió entre rejas en 2008 a causa de un cáncer.
Phillips ha sido el decimoquinto preso ejecutado este año en EEUU y el 1.457 desde que el Tribunal Supremo reinstauró la pena de muerte hace cuatro décadas en todo el país. Ohio ha ejecutado a 54 de estos presos.
Ohio tiene programadas hasta 2020 otras 26 ejecuciones que se han ido acumulando durante los últimos tres años y medio de bloqueo.