La Corte Suprema de los Estados Unidos ha abolido, por seis votos a favor y tres en contra, este viernes 24 de junio la ley que protege el derecho al aborto, que estaba vigente desde 1973. Se trata de una decisión histórica que permitirá a cada estado decidir si mantiene o prohíbe el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo.
Es decir, el fallo del Tribunal Supremo señala que la Constitución "no otorga" el derecho al aborto. Por ello, devuelve la autoridad para poder legislar sobre el la interrupción voluntaria del embarazo a los representantes electos de los estados.
"Es el momento de acatar la Constitución y devolver la cuestión del aborto a los representantes electos de los ciudadanos", explica el fallo redactado por el juez Samuel Alito en una frase que ya recogía también su borrador, filtrado a los medios en mayo.
Sin embargo, los tres jueces progresistas que han votado en contra de retirar esta protección, Stephen Breyer, Sonia Sotomayor y Elena Kagan, han comentado: "Con pena para este tribunal, pero sobre todo para los millones de mujeres estadounidenses que han perdido hoy un derecho fundamental constitucional, disentimos".
Más de una veintena de estados conservadores prohibirían o restringirían el aborto
Más de una veintena de estados en los que gobiernan los conservadores estaban esperando esta decisión del Supremo estadounidense. De hecho, los legisladores ya tenían preparados proyectos de ley que prohibirían o restringirían el aborto para el momento en que la Corte Suprema anulara la conocida sentencia "Roe contra Wade". Gracias a este fallo que se acordó hace 49 años, el derecho al aborto ha estado protegido en todo el país hasta ahora.
En concreto, trece de ellos tienen listas las llamadas "leyes de activación automática" para restringir o prohibir el derecho al aborto en el mismo momento en que el Supremo anule el fallo.