El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos ha suspendido de forma temporal los viajes de su personal destinados a llevar a cabo entrevistas a refugiados en el exterior, según han confirmado a la agencia Reuters dos fuentes cercanos a esta cuestión.
Esta decisión equivale, 'de facto', a una pausa en las próximas admisiones de refugiados, ya que las entrevistas son uno de los pasos más importantes en el procedimiento de consecución de estatus de refugiado, un proceso que puede llegar a durar varios años.
Seguridad Nacional ha trasladado esta decisión a todos los implicados en el proceso de solicitud de estatus, tal y como ha indicado una de las fuentes, lo que significa que si bien no existe aún ninguna orden ejecutiva que cancele de forma definitiva este programa, las próximas admisiones de refugiados sufrirán más retrasos.
El portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, ha asegurado a la prensa que este viernes Trump podría firmar nuevos decretos, sin detallar la naturaleza de los mismos, y entre ellos podría incluirse la prometida prohibición de entrada de todos los refugiados y la suspensión de visados para ciudadanos de Irak, Irán, Siria, Libia, Sudán, Somalia y Yemen.
Ya en campaña, Trump arremetió la decisión del expresidente Barack Obama de incrementar el número de refugiados sirios cuya entrada al país fue aceptada --en 2017 llegaron un total de 110.000, cifra considerablemente superior a la del año anterior, de 85.000-- ante el temor de que se llevaran a cabo ataques terroristas en suelo estadounidense.
El Servicio Migratorio de Estados Unidos dispone de un extenso procedimiento para solicitantes de asilo en el país, un proceso que consta de siete pasos obligatorios, entre ellos las entrevistas y la investigación previa de datos del solicitante.