Durante la noche en la que entraban en vigor los polémicos aranceles impuestos por el Gobierno de Estados Unidos, Donald Trump acudía a la cena para la recaudación de fondos del Comité Nacional Republicano para el Congreso, y como es habitual ponía su despotismo al frente del discurso que daba ante los asistentes.
Durante el acto dejaba frases que no han dejado indiferente a nadie. Aseguraba "estar haciendo una fortuna", a la vez que se mofaba de cómo otros líderes estaban interesados en negociar y le habían llamado, pero no lo expresaba de la mejor forma posible, "los países me están besando el culo".
El magnate estadounidense dejaba de arrastrados a los otros líderes como si le estuviesen clamando misericordia, así lo expresaba "¡Por favor, por favor, señor, lleguemos a un acuerdo! ¡Haré lo que sea, señor, haré lo que sea!" y terminaba humillándolos más con "Nos lo están dando todo".
Trump volvía a cargar contra China
Trump ha vuelto a recalcar, como en la mayoría de las apariciones públicas, que China los lleva "estafando" durante mucho tiempo, "nos han timado por todos lados y ahora nos toca a nosotros hacer el timo". El "timo" que Trump va a poner en vigor a partir de esta noche es un arancel del 104% a todos los productos chinos que lleguen al territorio estadounidense.
Pese a esto, el presidente cree que el país asiático también caerá rendida a sus pies, "China está desesperada por llegar a un acuerdo, pero no saben por dónde empezar y son unos orgullosos. Estamos esperando su llamada, ¡llegará!".