Las tensiones en Medio Oriente, que ya estaban en un punto crítico por el conflicto entre Israel y Hamas, llegaron a niveles sin precedentes este sábado con el ataque de Irán a Israel.
Hizbulá en el Líbano
El Líbano alberga la fuerza paramilitar más poderosa de Medio Oriente: Hizbulá, respaldado por Irán, uno de los representantes regionales más eficaces de la República Islámica.
El grupo tiene su base principal en la frontera entre Israel y el Líbano y lleva intercambiando disparos con Israel desde que comenzó la guerra en Gaza el 7 octubre de 2023. El movimiento es cercano a Hamas en Gaza.
Aunque se desconoce el tamaño exacto del arsenal del grupo islamista chiita, los expertos han calculado que posee entre 150.000 y 200.000 misiles, además de cohetes y morteros. Cientos de esos misiles "son de gran precisión y altamente destructivos", según el grupo de expertos Institute for National Security Studies, con sede en Tel Aviv.
El líder de Hizbulá, Sayyed Hassan Nasrallah, afirma que el grupo cuenta con 100.000 combatientes, entre soldados en activo y reservistas. Se cree que Irán es el principal proveedor de armas de Hezbollah.
Los hutíes en Yemen
El movimiento surgió a mediados de los años 90 en el norte de Yemen como una manifestación del zaidismo, una rama del islam chiita, con el propósito de desafiar al gobierno yemení liderado por el presidente Alí AbdaláSalé.
La creciente pobreza entre la población y las tensiones territoriales en la región contribuyeron al aumento de las tensiones con el gobierno. Este último fue acusado de corrupción y de recibir respaldo tanto de Estados Unidos como de Arabia Saudí, lo que exacerbó las fricciones existentes.
Los hutíes tienen su principal base en las montañas que rodean la ciudad de Saná, pero también han extendido su influencia amenazando ciudades costeras como Adén y Hodeidah.
Esta situación llevó a la intervención de Arabia Saudí y otros países árabes en Yemen en 2015.
Además, los hutíes han recibido tecnología de misiles balísticos y drones de Irán, lo que les ha permitido desarrollar una industria local impresionante para la fabricación de misiles y drones de largo alcance. Ahora tienen una creciente capacidad para atacar el sur de Israel planteando una seria amenaza para la seguridad regional.
Jihad Islámica y Hamás en Gaza
En la Franja de Gaza, dos grupos con estrechos vínculos con Irán, la Jihad Islámica y Hamás. La Jihad Islámica, fundada en 1981 y fuertemente influenciada por la Revolución Islámica de Irán, ha recibido apoyo financiero y armamentístico sustancial de Irán, estimado en unos 70 millones de dólares anuales.
Este respaldo ha permitido a la Jihad Islámica llevar a cabo numerosos ataques terroristas utilizando una variedad de tácticas, incluidos cohetes y operaciones suicidas.
Por otro lado está Hamás, una organización terrorista suní palestina que ha mantenido un control sobre la Franja de Gaza desde 2007.
Aunque ideológicamente diferente de Irán, Hamás ha encontrado en el país persa un aliado estratégico en su conflicto con Israel.
Con un respaldo financiero anual de aproximadamente 80 millones de dólares desde Irán, fue el grupo terrorista responsable de los ataques del 7 de octubre que causaron la muerte de 1.400 israelíes y posterior a ese de otras ofensivas contra Israel, utilizando cohetes, morteros y drones suministrados por Irán.
Milicias iraníes en Siria
Irán tiene una presencia directa en Siria, donde su Fuerza Quds, una unidad de élite del IRGC que se encarga de las operaciones en el extranjero, se desplegó tras el levantamiento de 2011 para respaldar al régimen del presidente Bashar al Assad. Su personal sirvió como asesor militar y luchó en primera línea para Assad, junto a las milicias respaldadas por Irán.
Siria también acoge a las Brigadas Zainabiyoun y Fatemiyoun, milicias chiitas vinculadas al IRGC que se cree que reclutan a combatientes afganos y paquistaníes.
Estados Unidos tiene 800 efectivos en Siria en el marco de su misión para derrotar a ISIS. La mayoría de las fuerzas estadounidenses están estacionadas en lo que los oficiales militares llaman "la zona de seguridad de Siria oriental", donde Estados Unidos apoya a las Fuerzas Democráticas Sirias, contrarias al régimen en el noreste del país.
También hay presencia de soldados estadounidenses en el sureste de Siria, donde Estados Unidos apoya al Ejército Libre Sirio, que también se opone al régimen sirio. El régimen considera a Estados Unidos un invasor.