Unos 72.000 habitantes de la ciudad griega de Tesalónica han tenido que ser evacuados este domingo tras el hallazgo de una bomba sin estallar de la Segunda Guerra Mundial, de 250 kilos de peso, a solo cinco metros bajo tierra durante unas excavaciones en una gasolinaera
Cientos de autobuses han conducido a los afectados a gimnasios, estadios, o cafeterías y, como nota particular, el Ministerio de Inmigración ha intervenido para evacuar a los refugiados e inmigrantes de un campamento cercano, a quienes llevará de visita a un museo cercano de la localidad.
Ahora es el turno de los expertos del Ejército, quienes intentarán desactivar la bomba 'in situ' en un proceso que tardará unas seis horas en terminar. "Estamos absolutamente preparados para empezar", ha declarado el gobernador regional Apostolos Tzitzikostas. "Que nadie se preocupe, porque no hay peligro", ha añadido.