La imagen serena del lujoso yate Bayesian, anclado tranquilamente en la bahía de Porticello, contrasta drásticamente con la tragedia que ocurrió solo unas horas después. Una tormenta repentina y violenta hundió el yate de bandera británica en tan solo 60 segundos, causando la muerte de su dueño, el magnate tecnológico Mike Lynch, su hija Hannah, y cinco pasajeros más.
Lynch celebraba su reciente absolución de cargos por fraude en Estados Unidos, junto a familiares y amigos, en lo que debía ser un viaje festivo alrededor de Sicilia. Sin embargo, en la madrugada del 19 de agosto, una tormenta repentina y feroz, descrita como un "mini tornado" por testigos locales, azotó al yate mientras estaba anclado a 500 metros de la costa de Porticello.
Testigos describen cómo el Bayesian, sorprendido por la intensidad de la tormenta, comenzó a balancearse antes de hundirse en el mar. A pesar de los esfuerzos de emergencia, incluido el lanzamiento de una bengala de socorro, el barco se hundió en menos de un minuto, dejando solo una balsa salvavidas con 15 supervivientes de los 22 pasajeros a bordo.
Los buzos trabajaron incansablemente en los días siguientes para recuperar los cuerpos de los siete desaparecidos. Entre ellos se encontraban Lynch, su hija de 18 años Hannah, quien acababa obtener su plaza en la Universidad de Oxford, así com como Jonathan Bloomer, presidente de Morgan Stanley International, o el abogado Chris Morvillo.
A medida que las autoridades continúan su investigación, el foco se centra en si la tripulación del yate se preparó adecuadamente para la tormenta entrante. Los expertos están desconcertados por el modo en que el Bayesian se hundió en 60 segundos.
A unos 150 metros del Bayesian se encontraba el Sir Robert Baden, un velero de bandera holandesa construido en 1957 y capitaneado por el experimentado marinero Karsten Borner, de 69 años. "Nunca había visto un barco de este tamaño hundirse tan rápidamente", reconocía Borner. "En pocos minutos no quedó nada. Entonces vimos la balsa con los 15 pasajeros", añade.
Gabriele Bruni, regatista que ha participado dos veces en la Copa América y ha entrenado al equipo olímpico italiano, tras la tragedia realizó una declaración que ha sido muy llamativa: "Si me hubieran preguntado esa noche, en qué velero del mundo me hubiera gustado estar, habría elegido el Bayesian".
Entre las especulaciones, se dice que una escotilla se pudo quedar abierta o una quilla parcialmente levantada lo que pudo acelerar el hundimiento. Los fiscales están considerando posibles cargos de homicidio involuntario mientras investigan si se tomaron todas las precauciones necesarias.
Esta tragedia, que cobró siete vidas, ha tenido repercusiones más allá de Italia, mientras los investigadores trabajan para reconstruir qué salió mal aquella fatídica noche frente a la costa siciliana.