Los heridos fueron llevados a sendos hospitales de Merseyside y Chester, noreste inglés, mientras que más de cien personas fueron evacuadas de los edificios cercanos y alojadas en una iglesia tras producirse la explosión.
A causa de la explosión, una sala de baile para niños quedó destruida, pero estaba desocupada en el momento del incidente.
El jefe del Servicio de Bomberos y Rescate de la zona, Dan Stephens, dijo a los medios británicos que los daños estructurales en los inmuebles son considerables.
"Tenemos policías en todos los hospitales. Los detectives están reuniendo información relevante sobre las víctimas y vamos a iniciar una investigación", dijo, por su parte, el inspector jefe de la Policía de Merseyside, David Westby.