En Francia, un hombre de 82 años acababa de sentarse a cenar cuando una mosca comenzó a molestarle: que si postrándose en su comida, que si zumbando en su oído... Así que el señor no aguantó más, agarró una sofisticada raqueta eléctrica y aplastó a la mosca.
Todo esto con la muy mala fortuna de que una bombona de gas tenía una fuga y en cuanto el hombre presionó al insecto con el aparato eléctrico hubo una explosión en la cocina, que ha dejado la casa inhabitable.
Por suerte, el hombre no resultó herido y se encuentra en buen estado.