El príncipe Felipe, duque de Edimburgo y esposo de la reina Isabel II, recibirá sepultura este sábado en el Palacio de Windsor en lo que será una pequeña ceremonia familiar debido a las restricciones por el coronavirus.
El funeral está programado para comenzar a las 15.40 (hora española), con la salida del féretro del castillo, seguido de una marcha fúnebre y un minuto de silencio en todo el país, según el Palacio de Buckingham.
Después de un servicio en la Capilla de San Jorge a cargo del Decano de Windsor, el Arzobispo de Canterbury dará la bendición después de que el ataúd haya sido bajado a la Bóveda Real.
Una ceremonia marcada por las restricciones sanitarias
De acuerdo con las regulaciones de salud actualmente vigentes en Inglaterra, solo 30 invitados asistirán a la ceremonia, la mayoría de ellos miembros de la Familia Real. El primer ministro británico, Boris Johnson, anunció la semana pasada que se excusaría del evento para permitir la entrada de más familiares y allegados.
Por descontado, la reina Isabel II, así como los cuatro hijos de la pareja, ocho nietos, la sobrina y el sobrino de la reina y tres de sus primos asistirán al servicio de este sábado.
Además, acudirán los parientes alemanes del príncipe Bernhard, el príncipe heredero de Baden, el príncipe Donato y el príncipe Felipe de Hohenlohe-Langenburg. La condesa Mountbatten de Birmania, amiga cercana del príncipe Felipe, también asistirá al servicio.
Algunos de los cónyuges de los hijos y nietos de la reina se han incluido en la lista de invitados. Pero Meghan, duquesa de Sussex y esposa del príncipe Harry, no asistirá al funeral debido a su embarazo. El funeral se retransmitirá en directo por televisión.