Los familiares de los alumnos de la escuela de Uvalde, en Texas, en la que murieron asesinados 19 alumnos y dos profesoras, han criticado la actuación de la policía. En concreto, se quejan de la tardanza de los agentes a la hora de intervenir en el suceso.
También afirman que la policía de Texas les impidió acceder al edificio para poder sacar a sus hijos y nietos, así como que los SWAT (equipo policial de élite especializado en situaciones de alto riesgo) necesitaran de más de una hora para matar al tirador.
Madres y padres se preguntan qué hubiera sucedido si los agentes hubieran intervenido inmediatamente, además de otra serie de preguntas: por qué la puerta trasera estaba cerrada o por qué el policía que estaba en el centro escolar no disparó contra Salvador Ramos, que entró sin problema alguno a una de las clases donde acabó con casi todas sus víctimas e incluso permaneció merodeando una hora por otras tres aulas.
El autor de la masacre asesinó a 21 víctimas en los primeros minutos en los que entró en el centro, sin policía alguno en los alrededores del colegio para impedirlo. En estos puntos se centran las críticas de unos familiares devastados.
Salvador Ramos, el asesino: 18 años y fan de las armas
Se llamaba Salvador Ramos, tenía apenas 18 años y fue abatido por los agentes de policía de Uvalde (Texas) minutos después de haber provocado una terrible matanza en la escuela de primaria Robb de la localidad, dejando tras de sí un rastro de, al menos, 19 niños y tres adultos muertos.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, explicó a los medios de comunicación que Salvador Ramos mató a su abuela en su domicilio antes de dirigirse a la Elementary School de Uvalde, localidad a 133 kilómetros de San Antonio.
Según las primeras investigaciones, Salvador Uvalde era ciudadano estadounidense y estudiaba en un instituto de secundaria de Uvalde.
La policía local asegura que, según todos los indicios, Salvador Ramos actuó solo; y en este instante se afanan por reconstruir el perfil del asesino y los motivos que le han llevado a provocar esta “carnicería”, como la ha denominado el presidente Joe Biden.
Lo que sí parece claro, a tenor, de las imágenes mostradas en redes sociales, es que Ramos era un fanático de las armas. En algunas imágenes se le podía ver con un cargador de rifles o con dos rifles semiautomáticos.