El Partido Conservador del primer ministro británico, David Cameron, ha ganado con mayoría absoluta las elecciones generales celebradas el jueves en el Reino Unido, según los datos oficiales divulgados. Los 'tories' han llegado a los 326 escaños necesarios para gobernar en solitario con mayoría en la Cámara de los Comunes del Parlamento de Westminster, integrada por 650 diputados.
Mientras, el Partido Laborista de Ed Miliband puede quedarse con 234 asientos, muy por debajo de lo que anticipaban las encuestas sobre intención de voto. Por ello, y antes de que se supiera la mayoría absoluta de Cameron, el líder laborista ha anunciado su dimisión, el tercero en hacerla pública en una mañana llena de autocrítica y movimientos dentro de los partidos que formarán la oposición británica. La misma decisión han tomado los candidatos Nigel Farage, del eurófobo partido UKIP, y el socialdemócrata Nick Clegg. El primero se comprometió a dimitir si no cumplía sus objetivos, y ha cumplido su promesa porque es un hombre "de palabra", según ha explicado. Su partido sólo ha conseguido un escaño y él se ha quedado fuera del Parlamento británico. No obstante, permanecerá en su cargo político hasta septiembre que llegue su sucesor.
Nick Clegg, por su parte, fue el primero en anunciar su dimisión porque el golpe de los resultados era, a su juicio, "más demoledor de lo temido" al no superar los diez escaños y haber quedado como cuarta fuerza política. Clegg ha definido esta situación como "catastrófica", ya que en el anterior Parlamento su formación contaba con 57