Huffman fue condenada este viernes en Boston por pagar a un examinador 15.000 dólares para que corrigiera el examen de acceso a la universidad de su hija.
La actriz es la primera persona que va a ir a la cárcel por contratar los servicios de un experto que garantizaba a los padres adinerados que sus herederos entrarían en las mejores universidades de Estados Unidos, utilizando, sin vergüenza, su dinero y sus conexiones para dejar fuera a estudiantes sin medios económicos ni padres tan famosos.
La trama, denominada ‘Varsity Blues’, ha desenmascarado una red de compra de entrenadores universitarios, de examinadores, de empleados de los departamentos de admisión y de padres con muchos millones que querían que sus hijos e hijas cumplieran sus sueños y entraran en las universidades de renombre de Yale, Georgetown y Standford.
Huffman se había declarado culpable de haber cometido un acto “vergonzoso”, como admitió en una carta enviada a la jueza, que además de mandar a prisión a la actriz, le impuso una multa de 30.000 dólares. Asimismo deberá cumplir 250 horas de servicios comunitarios y pasar un año en libertad supervisada una vez que salga de la prisión.
En total, hay 50 inculpados por pagar millones para que sus hijos accedan a las mejores universidades de los Estados Unidos.
Por su parte, hay 19 padres y madres, incluida la actriz Lori Loughlin, de 'Padres forzosos', que se han declarado inocentes, y a los que su cuenta corriente no les va a librar de ir a la cárcel.