El duque de Edimburgo ha fallecido este viernes 9 de abril a los 99 años, según ha anunciado La Casa Real británica a través de un comunicado. Según explican el marido de la reina de Isabel II, ha muerto esta mañana en el Castillo de Windsor.
Según el comunicado, Buckingham Palace anuncia "con gran tristeza que Su Majestad la Reina anuncia la muerte de su querido esposo, Su Alteza el príncipe Felipe, duque de Edimburgo". Y añaden que "se harán nuevos anuncios en el debido momento. La Casa Real se une a la gente de todo el mundo a la hora de lamentar su muerte".
El duque de Edimburgo, que anunció su retirada de la vida pública en 2017, había recibido la vacuna contra el coronavirus, al igual que Isabel II, en enero de 2021. Además, está considerado el consorte en activo más longevo de la historia de la familia real británica.
Además, en diciembre de 2011 el príncipe Felipe fue sometido a una angioplastia para desbloquear una arteria coronaria y en 2018 se sometió a una operación de cadera.
Por otro lado, cuando el marido de la reina Isabel II tenía 97 años sufrió un accidente de tráfico en lascercanías de la residencia rural de la Familia Real en Sandringhamen, el que no resultó herido.
La vida de Felipe de Edimburgo
La vida de Felipe de Edimburgo dio un giro estando en Kenia el 6 de febrero de 1952 cuando su esposa Isabel, que por entonces tenía 25 años, pasó a convertirse en la reina de Inglaterra y de varios países de la Mancomunidad Británica de Naciones (Commonwealth).
Ese día de 1952, fue el propio duque de Edimburgo el que tuvo que comunicar a su mujer que su padre, el rey Jorge VI, había fallecido mientras dormía en la residencia de Sandringham, por lo que ella pasaba a ocupar su puesto como jefa de Estado.
Con motivo de esta triste noticia, la pareja tuvo que volver de inmediato a Londres, donde les estaba esperando el primer ministro de entonces, Winston Churchill, al pie de la escalerilla del avión y vestido de luto.
A partir de ese momento el matrimonio formado por Isabel II y el duque de Edimburgo comenzaron un delicado proceso para consolidar la monarquía británica y adaptarla a los cambios que sufriría el Reino Unido durante años, que aún atravesaba las dificultades económicas de la posguerra.
Como aún permanecía en la sociedad un sentimiento anti-alemán tras la II Guerra Mundial, Isabel II tuvo la ardua misión de fijar el nombre de la Casa real británica y analizar si su marido debía conservar su apellido alemán Mountbatten.
En contra de sus sentimientos, finalmente el duque de Edimburgo cedió ante las presiones sobre el nombre de Casa de Mountbatten y propuso el nombre de Casa de Edimbugo, pero Churchill recomendó a Isabel II que la familia real mantuviera la denominación Casa de Windsor.
Reglas que terminó por aceptar Felipe Edimburgo, ya que son las normas que imponía el servicio público y acompañó a su esposa en las cenas de Estado, ceremonias de apertura del Parlamento, compromisos en su país o viajes al extranjero.
Boris Johnson lamenta su muerte
El primer ministro británico, Boris Johnson, ha lamentado a través de su cuenta de Twitter el fallecimiento del duque de Edimburgo, quien asegura que "inspiró" y se ganó el "afecto" de varias generaciones.