El ex primer ministro se acogió a su derecho de no responder a las preguntas de los magistrados, y en su lugar leyó una declaración que tenía preparada para subrayarles que no pide "ningún favor", sino simplemente que se respete la ley.
Fillon salió imputado por desvío y apropiación indebida de fondos públicos y por faltar a las obligaciones de declaración de la Alta Autoridad para la Transparencia de la Vida Pública.
En su alegato, difundido por el diario "Le Figaro", señaló que el supuesto empleo ficticio de su mujer como asistente parlamentaria suya y como colaboradora literaria de una revista de un empresario amigo suyo fue real, y que no se puede pretender lo contrario.
"Varios testigos lo confirman", indicó el candidato, que estimó que en virtud de la separación de poderes a la autoridad judicial no le corresponde evaluar la calidad o el contenido de ese trabajo, del que dijo haber aportado todas las pruebas necesarias para demostrar su realidad.