El primer ministro británico, Boris Johnson, cada vez ve más comprometida su defensa en el caso conocido como 'Partygate', sobre las fiestas que realizó en plena pandemia del coronavirus, sin mascarillas y sin respetar las medidas sanitarias que su propio Gobierno había establecido para sus ciudadanos.
La alta funcionaria Sue Gray envió ya su informe a Downing Street, que ya ha sido publicado parcialmente, aunque sin incluir las partes que están siendo investigadas por la policía. En el escrito, alegaba que: "Algunos comportamientos son difícilmente justificables (…) hubo errores de liderazgo y de juicio en No10 Downing Street (…) el consumo abusivo de alcohol es inaceptable en todo caso".
Una botella de champán y gorros de Navidad
En su defensa, Jonhson aseguraba que se trataba de reuniones de trabajo, sin embargo, en el 'Daily Mirror' ha sacado a la luz una de las fotografías que comprometen al primer ministro británico y hacen tambalear su defensa.
En la imagen se puede ver a Boris Jonhson junto con gente de su equipo en celebración en Downing Street, el día 15 diciembre de 2020, cuando Londres estaba en el Nivel 2, por lo que estaban prohibidas las reuniones de dos o más personas de diferentes núcleos familiares. Además, en a fotografía se puede ver una botella de champán en la mesa y gorros de Navidad.
Por otro lado, el abogado Adam Wagner le dijo al medio británico que "la fotografía anterior del primer ministro mostraba lo que podría haber sido una reunión interrumpida brevemente por una llamada de Zoom". Pero ahora, con la aparición de esta última "muestra a cuatro personas con alcohol y comida, así como un gorro navideño y oropel, lo que sugiere una fiesta navideña".
Por ello, Wagner sostiene que "a la luz de la nueva evidencia, ahora no tiene sentido que esta reunión no sea investigada por la policía dado que se está investigando una reunión casi idéntica en la oficina del secretario del gabinete, Simon Case, dos días después".
Además, durante la fiesta, repartieron a los invitados un regalo de Navidad. Otro elemento que desmonta la versión de la reunión Downing Street, aunque admitieron que "aquellos que estaban en la oficina por trabajo pueden haber asistido virtualmente desde sus escritorios".