Un ciudadano francés ha denunciado a la empresa Uber, a la que le exige el pago de 45 millones de euros, porque dice ha provocado su divorcio debido a un fallo informático.
El demandante ha llevado a los conductores particulares de la empresa a los tribunales por un defecto de sistema que contribuyó a su divorcio, ya que la app registró sus idas y venidas, lo que despertó las dudas de su esposa por una posible infidelidad.
Según explica el diario Le Figaro, el hombre utilizó el iPhone de su mujer para pedir un coche, conectándose con su cuenta de Uber. No obstante, tras pedirlo y cerrar sesión, el móvil de su mujer continuó recibiendo notificaciones sobre sus viajes, así como el nombre del conductor que le llevaba, la matrícula del vehículo o la hora de llegada a sus destinos.
Le Figaro ha explicado que este fallo no los sufren los dispositivos Android, pero sí aquellos móviles que tienen una actualización de iOS anterior a la del pasado 15 de diciembre.