Francia sacrificará a todos los patos y ocas que se están criando en el sur del país, las regiones que lindan con los Pirineos desde el Atlántico hasta el Mediterráneo. La medida busca erradicar una epidemia de gripe aviar entre las aves que podría extenderse al resto del país.
Estas zonas son productoras de foie gras, el típico plato francés, y ya se han visto afectadas en varias ocasiones por esta enfermedad que obliga a poner en cuarentena a los animales.
Este sacrificio podría llegar a afectar a más de un millón de aves con un coste de hasta 10 millones de euros en áreas fuertemente tocadas por la crisis económica en los últimos años.
Hasta el momento se han contabilizado 89 focos de gripe aviar en explotaciones avícolas, la mayoría de ellos concentrados en la región pirenaica de Gers. Ahora, los productores se preguntan quién va a pagar el coste de este gran sacrificio de las aves.