Francia ha aprobado una llamativa medida para reducir las emisiones en el país. Ha prohibido los vuelos internos que se puedan cubrir en tren en menos de dos horas y media. Así, la nueva norma afecta a las conexiones aéreas entre París y Lyon, Burdeos o Nantes. No afecta a los vuelos de conexión por lo que solo afectará a los trayectos que unen la capital con los destinos citados.
En 2015, Francia aprobó la Ley de Transición Energética, para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, aumentar la eficiencia energética y aumentar el uso de energías renovables. Además, su legislación tiene un impuesto conocido como la "Tasa Carbono" que grava las emisiones de carbono. En esa línea y tras la ley del clima aprobada en 2021, han adoptado esta medida que recurrió la asociación francesa de aeropuertos y el Consejo Internacional de Aeropuertos.
La patronal de compañías aéreas A4E, que representa a grupos como IAG, KLM o Ryanair ha lamentado la medida ya que "la comisión Europea, en la evaluación que hace de la medida de prohibir los vuelos, reconoce que esta no tendrá consecuencias sobre los objetivos climáticos". La medida pretende ser un precedente, sin embargo, el sector aéreo señala que los trayectos cortos en avión (de hasta 500 kilómetros) apenas suponen un 4,5% de las emisiones totales de la aviación.
El promedio de vuelos de París a estas ciudades es de 10 a 15 por día, por lo que muchos ven esta decisión como simbólica teniendo en cuenta que los vuelos de enlace si seguirán operando. Los trenes sustitutitos deben tener la suficiente frecuencia como para abarcar los pasajeros que dejarían los aviones y permitirles estar por lo menos ocho horas en la ciudad de destino, es decir que haya trayectos de ida y vuelta separados por al menos ese tiempo.
