El centro estadounidense calculó que la potencia del sismo había sido, en un principio, de magnitud 7,8 en la escala de Richter, pero posteriormente lo rebajó a 7,6. De acuerdo con el Servicio Geológico de Estados Unidos, el temblor tuvo lugar sobre las 03.00 GMT del miércoles y su origen se situó a 44 kilómetros al este del archipiélago de las Islas del Cisne, que pertenecen a Honduras y se sitúan en el noroeste del mar Caribe.
Por su parte, la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco) de Honduras registró el temblor a 66 kilómetros de las Islas del Cisne, sin que hasta ahora se conozca de daños. El temblor, que tuvo 10 kilómetros de profundidad, se produjo en el mar, entre la isla de Cuba y las costas de Honduras y Belice, según muestran los mapas del Servicio Geológico de Estados Unidos.
Según detalló el centro, el epicentro se situó a 201,9 kilómetros de la localidad hondureña de Barra Patuca, de 2.758 habitantes, y a 245,2 kilómetros del municipio de Puerto Lempira (Honduras), que reúne a 4.856 personas, así como a 303,1 kilómetros de George Town, en las Islas Caimán. Aparentemente el epicentro del terremoto está alejado de centros urbanos, pero por el momento no se conoce cuál ha podido ser su alcance.
Justo después del temblor, el Servicio Meteorológico de EE.UU. emitió una alerta ante la posibilidad de tsunami para Cuba, Honduras, México, las Islas Caimán, Jamaica, Belice y también las Islas Vírgenes y Puerto Rico, territorios estadounidenses recientemente devastados por los huracanes Irma y María. Las olas podrían llegar a alcanzar una altura de entre 0,3 y un metro de altitud sobre el nivel del mar.