El funeral de estado de la reina Isabel II, celebrado el 22 de septiembre de 2002, y el periodo de luto nacional le costó al erario público 162 millones de libras. Los importes más altos los sufragaron el Ministerio del Interior (74 millones) y el Ministerio de Cultura, Medios de Comunicación y Deporte (57 millones).
El Secretario General del Tesoro, John Glen, ha declarado que la prioridad del Gobierno en ese momento fue asegurarse de que "esos actos se desarrollaran sin contratiempos y con el nivel de dignidad adecuado, garantizando en todo momento la seguridad pública".
Asimismo, Glen ha afirmado que el Tesoro había proporcionado financiación adicional cuando fue necesario y que se había reembolsado íntegramente a los gobiernos de Escocia, Gales e Irlanda del Norte sus respectivos costes.
Cuando la Reina falleciera el 8 de septiembre de 2022, el Reino Unido se adentró en 10 días de luto nacional. Su féretro fue velado en la catedral de St Giles de Edimburgo durante 24 horas. Después, fue trasladada a la Abadía de Westminster de Londres, donde miles de personas hicieron cola durante horas para mostrar sus condolencias.
La policía describió la magnitud del funeral de Estado y de los actos de luto como "probablemente la mayor operación que se lanzará en Reino Unido".
