En Reino Unido han surgido las primeras reacciones a la entrevista de Megan Marckle y el príncipe Harry en el programa de Oprah Winfrey. El Gobierno británico asegura que no hay hueco para el racismo en la sociedad británica después de que Markle acusara a un miembro de la Famlia Real de estar preocupado por el color de su hijo.
La ministra de la infancia de Reino Unido, Vicky Ford, ha sido la primera del Gobierno británico en pronunciarse después de la polémica entrevista que Megan Marckle y el príncipe Harry concedieron a Oprah Winfrey. "No hay absolutamente ningún lugar para el racismo en nuestra sociedad", ha asegurado a 'Sky News', aunque ha confesado que que no había visto la entrevista.
Con estas palabras el Gobierno británico asegura que no hay espacio para el racismo en la sociedad de Reino Unido después de que la duquesa de Sussex afirma que mantuvo "conversaciones preocupantes sobre cómo de oscura sería la piel del bebé cuando naciera y lo que eso significaría o parecería". Aunque ha evitado revelar quién fue el que le expresó estas preocupaciones porque "sería muy dañino para ellos".
Por otro lado, durante la entrevista Markle ha asegurado que fue tal la presión y soledad que sintió en palacio que llegó incluso a pensar en quitarse la vida.