La semana comienza con más de 1.900 nuevos casos, lo que ha ascender a más de 71.000 las personas infectadas. La mayoría de ellas están en China, aunque también en otros países del mundo.
El Gobierno ha impuesto este domingo una nueva medida en Wuhan -epicentro del brote-. Sus más de 24 millones de habitantes -incluidos los que viven en zonas rurales- tendrán que permanecer en casa.
Por su parte, muchas empresas japonesas están instando a sus empleados a que trabajen desde casa para evitar la propagación del virus ante el aumento de casos detectados en su territorio.
También en Japón, los organizadores del maratón de Tokio han decidido excluir a más de 37.000 corredores aficionados que ya se habían registrado en la prueba ante el temor a la propagación del virus, por lo que la competición sólo contará con corredores de élite.