El Gobierno de China permite a sus ciudadanos tener tres hijos y anuncia una relajación de sus medidas de planificación familiar. El levantamiento de la restricción viene después de que las cifras del censo publicadas el 11 de mayo mostraran una reducción de la natalidad y un problema de envejecimiento de la población, que han hecho saltar todas las alarmas en el país.
Las autoridades tomaron esta decisión con el objetivo de "mejorar la estructura poblacional" del país, así como "responder de manera activa al problema del envejecimiento". China cuenta ahora con casi 1.412 millones de habitantes.
En el texto publicado, el Gobierno chino sostiene que la medida garantizará que se alcance un "desarrollo económico de alta calidad", al tiempo que busca "mantener la seguridad nacional y la estabilidad social".
Entre las cuestiones más espinosas, las autoridades citaron las de "la visión de la familia por parte de los jóvenes" o los gastos desmedidos en celebraciones, dotes y regalos, que Pekín considera "malos hábitos sociales".
Soluciones al problema de la natalidad y del envejecimiento
Uno de los objetivos del Gobierno a la hora de fomentar la natalidad es contribuir a "reducir el gasto de las familias en educación", al tiempo que se compromete a "mejorar las bajas por maternidad". Asimismo, esta nueva política explora soluciones al problema del envejecimiento poblacional, como el retraso de la edad de jubilación y la puesta en marcha de una serie de garantías para los trabajadores jubilados.
Durante 2020 nacieron 12 millones de personas, una descenso respecto a los 14,6 millones de 2019, con un descenso a los 1,3 hijos por mujer, según los datos recogidos por la Oficina Nacional de Estadísticas de China.
Multas y abortos por incumplimientos
Entre algunas minorías étnicas ya era posible concebir tres hijos, algo que no se les aplicaba a los "han", la etnia mayoritaria en el país, lo cual había dado lugar a casos de mujeres forzadas a abortar por las autoridades o cuantiosas multas por incumplimientos, entre otras situaciones.
En octubre de 2015, el país había autorizado a sus ciudadanos tener dos hijos al relajar la estricta y polémica política del hijo único que había regido en China más de 30 años, desde 1979. La finalidad era mitigar el crecimiento alentado bajo el primer presidente de la República Popular China, Mao Zedong.