"Tenemos que pensar en las medidas que se pueden tomar para que estos incidentes no vuelvan a suceder", dijo Griveaux a la radio Europe 1.
El presidenteEmmanuel Macron sostendrá una reunión de emergencia con el primer ministro, Édouard Phillipe, y el ministro del Interior, Christophe Castaner, para discutir los disturbios y la manera de iniciar un diálogo con un movimiento de protesta que, hasta el momento, no tiene una estructura o liderazgo real.
"No puede ser que cada fin de semana se convierta en una reunión o ritual para la violencia", ha añadido Griveaux, quien aseguró que la declaración del estado de emergencia es una opción real para impedir nuevos actos violentos como el de este sábado, que se ha saldado con 110 heridos y 287 detenidos.
Castaner explicó el sábado que las autoridades habían implementado todas las medidas de seguridad para prevenir la violencia, pero que se habían enfrentado a grupos extremadamente violentos, organizados y determinados.
Sin embargo, también reconoció que el Gobierno había cometido un error en la forma en que comunicó sus planes para alejarse de la dependencia del petróleo, la política que llevó a un aumento de los impuestos sobre el combustible, y que originó las actuales protestas.