España no va a ser el único país europeo que afronte unas elecciones anticipadas este año: ayer, el gobierno cuatripartito de Países Bajos, liderado por el conservador Mark Rutte, caía tras las desaveniencias de la coalición acerca de las políticas de migración. Hasta el día de ayer, el Gobierno del país europeo estaba compuesto por el partido de Rutte, el Partido Popular por la Libertad y la Democracia, junto con los liberales Democracia 66 (D66) y los partidos democristianos de Unión Cristiana y de la Llamada Democrática Cristiana.
El gabinete de Rutte ha presentado una dimisión en bloque debido a las diferencias "insalvables" en materia de inmigración, aunque el gabinete mantendrá sus funciones manera interina, previsiblemente, hasta el mes de noviembre.
Reagrupación familiar de refugiados: el fruto de la discordia
La actual coalición de gobierno ya arrancó el pasado diciembre con grandes desaveniencias, pues las conversaciones para alcanzar la alianza se extendieron durante más de 10 meses. Con todo, la gota que ha colmado el vaso ha sido la normativa en relación al reagrupamiento de familiares de refugiados en estado de asilo en Países Bajos. El partido de Rutte pretendía impulsar una norma para limitar la entrada de familiares a 200 por mes, estableciendo plazos de hasta dos años de espera.
Esta medida, por su amplio plazo, afectaría especialmente a aquellas personas desplazadas de manera temporal a causa de guerras o conflictos temporales. Si el D66, con sensibilidades sociales de izquierdas pero con visión económica más de derechas, se opuso a esta norma, quien la ha rechazado con más vehemencia ha sido la Unión Cristiana, que establece los ataques a la familia como una "línea roja", y alude en su web al deber cristiano de acoger a los afectados por las guerras.
Rutte: experto en coaliciones
Rutte es el líder de gobierno europeo que más año lleva en su cargo, solo por detrás del húngaro Viktor Orbán. Este cuarto gabinete de Rutte es el tercero que termina de manera precipitada, pues la habilidad del político neerlandés para establecer alianzas le ha llevado a gobernar con las más diversas compañías: en 2010, el político accedió al liderazgo del gobierno por primera vez de manos de la Llamada Democristiana y del partido de extrema derecha populista Partido Por la Libertad.
Apenas dos años después, ante la negativa de la formación derechista de aplicar las políticas de austeridad europeas, Rutte presentó la primera de sus dimisiones: tras las elecciones, el político cambió radicalmente de compañías y lideró un gobierno junto a los socialdemócratas del Partido del Trabajo.
La fórmula actual del gobierno neerlandés llegó en 2017, cuando se estableció por primera vez la alianza entre el partido de Rutte, los liberales y los cristianos. En 2021, este gobierno llegó a su fin, después de un escándalo relacionado con la retirada imparcial de ayudas sociales a 26.000 familias, siguiendo criterios calificados como "xenófobos"; el ministerio de Hacienda retiró ayudas a numerosas familiares, estableciendo el criterio de la doble nacionalidad, en muchas ocasiones, como un indicio de posible fraude.
Primeras reacciones de la oposición
Ahora, la gestión migratoria vuelve a dividir a los partidos que, hasta hace poco, formaban gobierno. Tras presentar su dimisión al rey Guillermo, el veterano político asegura que se plantearÁ presentarse o no a la reelección. Por detrás de los partidos gubernamentales Partido Popular por la Libertad y Demócratas 66, la tercera fuerza con más representación en el parlamento holandés es el Partido por la Libertad. Su líder, Geert Wilders, ha celebrado en Twitter la caída del gobierno y la convocatoria de elecciones, y ya ha hecho una llamada para hacer de su partido "un partido muy grande" en las próximas elecciones, tal y como ha manifestado en la red social.
A la izquierda, Lilian Marijnissen, líder del Partido Socialista, ha calificado la crisis como "farsa" en uno de sus tweets. La parlamentaria afirma que "el VVD piensa que está bien si los empleadores traen aquí decenas de miles de inmigrantes como mano de obra barata (que luego duermen afuera cuando los ponen en la calle). Siempre y cuando no vengan demasiados niños de una zona de guerra".
Con la fecha de las elecciones todavía por determinar, aún queda un tiempo para saber si Rutte conseguirá revalidar el cargo de nuevo o si, después de más de una década, otro político tomará el relevo en Países Bajos.
