El gobierno regional de Berlín congelará los alquileres por cinco años
El gobierno regional de la ciudad-estado de Berlín aprobó hoy la introducción de un tope al precio de la vivienda de alquiler, según el cual los arrendamientos quedarán congelados durante cinco años y a niveles acordes a los arrendamientos de referencia en sus respectivas zonas.
Berlín es una de las ciudades más visitadas de Europa para el turismo ya que en ella se puede encontrar numerosos y muy variados atractivos. Uno de esos grandes atractivos son los museos, ya que la capital germana cuenta con casi dos centenares de museos y acoge algunas las galerías de arte más importantes del mundo.
Pero la capital alemana también se ha convertido en un destino donde muchos ciudadanos buscan una nueva oportunidad laboral. Su variedad cultural y de arte hacen que sean muchos los que se desplacen a ella para ejercer su profesión dentro de este sector, pero también contiene una alta variedad de startups en las que puedes encontrar una gran oportunidad de empleo en cualquier otro sector.
Por ello el precio de los alquileres se ha ido disparando en los últimos años, lo que ha provocado que los grupos políticos de la capital, hayan buscado una solución para terminar con lo que ya se estaba convirtiendo en una problema grave para la ciudad, y que han querido erradicar por el bien de sus vecinos.
El ejecutivo de la capital alemana, liderado por el socialdemócrata Michael Müller y con los Verdes y La Izquierda como socios de coalición, acordaron un paquete marco, que previsiblemente entrará en vigor en 2020. El objetivo es que los alquileres queden congelados por ese periodo, explicó la responsable de Urbanismo del gobierno regional, Katrin Lompscher.
El plan entrará en vigor el próximo año, pero para evitar que los propietarios traten de subir los alquileres hasta entonces se prevé que sea con efectos retroactivos desde julio de 2019.
Berlín fue tradicionalmente una ciudad de alquileres bajos, en relación con el resto del país, pero desde que recuperó su estatus de capital alemana, tras la reunificación del país en 1990, empezaron a subir los precios a niveles semejantes a otros grandes núcleos urbanos.
En los últimos años esta evolución se disparó, tanto en la vivienda de alquiler como de propiedad, y se estima ahora que desde 2011 a 2016 los precios subieron un 40 %, para acelerarse aún más en los dos últimos años, con un encarecimiento anual del 20 %.
Esta situación ha generado movilizaciones masivas en contra de la especulación y abusos inmobiliarios, actualmente la principal preocupación de los ciudadanos de Berlín.
El pasado marzo se puso en marcha una campaña para pedir, vía consulta popular, la expropiación a los grandes consorcios inmobiliarios, iniciativa aún en marcha y que para prosperar deberá haber recogido 170.000 firmas en seis meses.
Berlín es el primer "Land" que implantará ese tope a los alquileres, mientras que a escala del Gobierno federal se aprobó en septiembre del año pasado un ofensiva destinada a frenar el repunte de precios en la vivienda.
El plan incluye ayudas a la compra de la primera residencia, la construcción de más vivienda social y un plan para aumentar la oferta de suelo, que aspira a levantar 1,5 millones de viviendas.