Las elecciones legislativas que Grecia celebra este domingo para elegir nuevo Parlamento están transcurriendo sin incidentes destacables, en una jornada en la que los griegos deciden entre la continuidad de los conservadores en el poder o un vuelco a la izquierda.
Desde las 7.00 de la mañana (04.00 GMT), cerca de 10 millones de electores pueden depositar su vota en los 21.500 colegios electorales en todo el país.
A las 14.00 (11.00 GMT), la participación en las urnas se situaba en el 31,52% en el 80% de los colegios electorales, informó el ministerio heleno de Interior.
"Hoy votamos para nuestro futuro, para salarios más altos, para más y mejores puestos de trabajo”, señaló el primer ministro, el conservador Kyriakos Mitsotakis, tras depositar su papeleta en el barrio de Kifisiá en Atenas.
“Estoy absolutamente seguro de que mañana amanecerá un día mejor para nuestra patria”, añadió el líder conservador, que parte como favorito en las encuestas.
El exprimer ministro Alexis Tsipras, jefe del principal partido de oposición, el izquierdista Syriza, apostó por el cambio al votar en el barrio popular de Kipseli.
“El cambio está hoy en las manos del pueblo”, recalcó Tsipras, y consideró que estos comicios son una oportunidad para dejar atrás “cuatro años de desigualdades e injusticias” y terminar con “un Gobierno arrogante”.
Según los sondeos más recientes, la conservadora Nueva Democracia (ND) de Mitsotakis, aparece en el primer lugar con un 32% en intención de voto, 6 puntos por delante de Syriza (26%).
En tercer lugar, con un 9%, está el socialdemócrata Pasok-Kinal, seguido del Partido Comunista (6,5%), el izquierdista MerA25 del exministro de Finanzas Yanis Varufakis (3,5%), y el partido ultraderechista Solución Griega (3,2%).
Mitsotakis se presenta como la "única opción" para garantizar la estabilidad y mantener a Grecia en la senda del crecimiento, ante la división de la izquierda.
Tsipras propone formar un "Gobierno progresista" con los socialdemócratas de Pasok-Kinal, aunque éstos no han dado señales hasta ahora de aceptar una cooperación con él.
Las encuestas vaticinan que ninguno de los partidos llegará al porcentaje mínimo del 45% necesario para hacerse con la mayoría absoluta de 151 de los 300 escaños del Parlamento.
La ley prevé que la presidenta del país, Katerina Sakellaropoulou, conceda a los líderes de los tres partidos más votados un mandato de tres días cada uno para formar un gobierno.
Si ninguno logra acordar un gobierno de coalición con suficiente apoyo parlamentario -algo que parece probable debido a las divisiones y enfrentamientos entre los partidos- será necesario convocar nuevas eleciones, probablemente a principios de julio.
En esos segundos comicios, el partido más votado recibiría una bonificación de hasta 50 escaños en el Parlamento, según una escala variable en función del porcentaje de votos obtenidos.
A pesar de que el voto es obligatorio en Grecia, este país es uno de los socios de la Unión Europea con mayores porcentajes de abstención electoral en la última década. En las pasadas elecciones legislativas, celebradas en 2019, la abstención fue del 42 %.
Las urnas se cerrarán a las 19.00 (16.00 GMT), tras doce horas de apertura.
Los primeros datos del escrutinio de los votos que permitan "una estimación segura" del resultado final se esperan cerca de una hora y media después, en torno a 17.30 GMT, avanzó el ministerio del Interior.