El líder de la organización de mercenarios Grupo Wagner ha aceptado una propuesta de detener su avance hacia Moscú del presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, quien había recibido previamente autorización del presidente ruso, Vladimir Putin, para emprender esta mediación.
"Prigozhin ha aceptado la propuesta del presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, de detener el movimiento del personal armado de la empresa Wagner en Rusia y adoptar nuevos pasos para reducir la tensión", ha informado la agencia de noticias oficial bielorrusa, BelTA, en torno a las 19:30 hora española de este sábado.
Pocos minutos después, se filtraba un mensaje de audio difundido en Telegram en el que el líder de la organización de mercenarios, Yevyeni Prigozhin, confesaba que había llegado el momento en que "se podría derramar sangre rusa. Comprendemos la responsabilidad de este derramamiento de sangre rusa de una de las partes y vamos a dar marcha atrás a nuestros convoyes y a regresar a los campamentos según el plan".
La mediación del presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, parece haber sido clave para la detención de "la Marcha de la Justicia", según la ha llamado el propio Prigozhin. Lukashenko habría mantenido por la mañana una conversación con Putin para "abordar la situación en el sur de Rusia" tras la irrupción de Wagner en Rostov del Don y "los dos presidentes acordaron adoptar medidas conjuntas".
Más tarde el propio Lukashenko mantuvo conversaciones con el líder de Wagner y se desarrollaron una serie de contactos y negociaciones que han resultado con que "es inadmisible desatar una masacre sangrienta en el territorio de Rusia".
Rusia se encuentra en estado de alerta tras la rebelión protagonizada esta pasada noche por el grupo de mercenarios Wagner, que ha tomado la ciudad rusa de Rostov, sede del mando militar ruso para el sur.
La operación fue ordenada por Prigozhin tras denunciar la muerte de muchos de sus mercenarios en un ataque del propio Ejército ruso, que el Ministerio de Defensa, enfrentado desde hace meses al líder de los mercenarios, ha desmentido categóricamente.
Ya sobre las 21.00 horas (hora local), Lukashenko ha vuelto a hablar con Putin para informarle de los detalles de las negociaciones con Prigozhin, ha recogido la agencia de noticias bielorrusa BelTA citando al gabinete de prensa presidencial. "El presidente de Rusia ha apoyado y agradecido a su colega bielorruso por el trabajo realizado", ha destacado.
Poco después la televisión pública rusa RT ha informado de que las fuerzas de Wagner han comenzado a replegarse de la ciudad de Rostov y otras regiones de la ruta hacia Moscú han iniciado la recuperación de la normalidad.
¿Dónde está Putin?
Durante este sábado se han disparado los rumores sobre una posible huida de Putin de Moscú para desplazarse de emergencia a San Petersburgo en medio de la rebelión. El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, salió durante la tarde a negarlo: "Está trabajando en el Kremlin".
Por su parte, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ha difundido un vídeo mensaje en sus redes sociales en el que afirma que Putin habría huido a un búnker lejos de la capital.
"El hombre del Kremlin evidentemente tiene mucho miedo y probablemente está escondido. Estoy seguro de que no está ya en Moscú. Sabe que tiene miedo porque ha sido él mismo quien creó esta amenaza", ha explicado.
Ucrania anuncia avances en varios frentes
El Grupo Este de las Fuerzas Armadas de Ucrania ha lanzado este sábado una ofensiva en los frentes de Orijovo-Vasilivka, Bajmut, Bohdanivka, Yagidne, Klishchiivka y Kurdiumivka que han dado como resultado avances en todas estas direcciones, según ha informado la viceministra de Defensa ucraniana, Hanna Maliar.
Maliar ha resaltado que las fuerzas rusas han intentado avanzar en las direcciones de Kupiansk, Limansk y Marinsk, pero "han fracasado", según recoge la agencia de noticias ucraniana UNIAN.
Asimismo, Maliar ha dado cuenta de "intensos combates" en el sur con unas fuerzas rusas "a la defensiva" y realizando "grandes esfuerzos" para frenar la ofensiva de las Fuerzas Armadas ucranianas. El informe de Maliar incluye además "pérdidas significativas" en personal, armas y equipo por parte de la Federación Rusa.