Apenas salió de la terminal aérea, cerca de 200 personas le dieron puñetazos y lo golpearon con objetos contundentes, también a su esposa Fabiana Rosales y a varios diputados opositores que lo como jefe del Parlamento y acudieron a recibirle.
Varios periodistas también fueron agredidos y robados por el grupo chavista frente a decenas de agentes militares y de la Policía, que no impidieron estos actos.