Los migrantes se habían hecho a la mar de noche con una lancha neumática desde una costa turca a unos 20 kilómetros de la isla de Lesbos, pero los fuertes vientos obligaron a los migrantes buscar refugio en un islote rocoso y pedir ayuda a un pescador que avisó a la policía turca. En respuesta a ese aviso, acudieron tres barcos guardacostas que rescataron a los 44 inmigrantes, de Sudáfrica, Senegal, Congo, Mali y Palestina y entre los que viajaba una mujer embarazada que fue trasladada al hospital.
Aunque la migración de Turquía a las islas griegas se ha reducido enormemente desde el 2015, el año pasado registró un ligero repunte, según las cifras de la Guardia Costera turca que en 2018 rescató a 26.678 migrantes en 2018, casi 5.000 más que 2017. Solo en los tres primeros días de 2019, sus equipos han salvado a 94 personas en su ruta a Grecia.