El Gobierno de Vladímir Putin ha confirmado este viernes que controla la central nuclear de Chernóbil y que los niveles de radiación en la zona están dentro de los parámetros normales. Sin embargo, las autoridades ucranianas han apuntado lo contrario diciendo que se ha producido un "aumento significativo", aunque todavía no pueden explicar los motivos.
"Es una declaración de guerra contra toda Europa"
Ante esta noticia, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ha subrayado que supone "una declaración de guerra contra toda Europa" y ha hecho hincapié en que las tropas ucranianas están "dando su vida" para que "la tragedia de 1986 no se repita".
El Gobierno afirmó este jueves que las tropas rusas entraron desde la vecina Bielorrusia, país que sufrió especialmente las consecuencias del mayor desastre nuclear del mundo en 1986, y que en caso de que la instalación sufra daños en la zona donde se almacenan los desechos nucleares, el material radioactivo podría extenderse también por países de la Unión Europea.
¿Por qué es tan importante Chernóbil?
Más de tres décadas después del mayor accidente nuclear del mundo, Chernóbil vuelve a estar bajo el foco debido a la importancia que supone para Rusia hacerse con el control de este enclave en su ofensiva contra Ucrania.
La situación que tiene es clave en el conflicto: está situado a tan solo 17 kilómetros de la frontera con Bielorrusia -país pro Putin por el que han accedido las tropas rusas- y a apenas 70 kilómetros de Kiev, la capital de Ucrania. Por tanto, la conquista de Chernóbil podría suponer para el presidente ruso la forma más rápida de invadir Ucrania.
Chernóbil, el accidente que lo cambió todo
El accidente que precipitó la caída de la URSS tuvo lugar el 26 de abril de 1986 en la central nuclear Vladímir Ilich Lenin, ubicada en el norte de Ucrania -que pertenecía a la Unión Soviética-, a menos de cinco kilómetros de Prípiat, a 17 de Bielorrusia y a 18 de la ciudad de Chernóbil.
El reactor número 4 de la central explotó después de una serie de errores de los trabajadores y los responsables al cargo, que originaron un fatal desenlace no sólo para ellos sino para los habitantes de la vecina Prípiat (ciudad donde residían las familias de los trabajadores de la central). Más de 300.000 personas fueron evacuadas de sus casas sin posibilidad de volver debido a la alta radiación en la zona, que aún continúa y que hace que este lugar no pueda ser habitable hasta dentro de miles de años.
La nube tóxica traspasó el telón de acero y llegó a 13 países de la Europa Oriental y Central provocando muertes, enfermedades y malformaciones a todos los que estuvieron expuestos de alguna manera a la radiación del reactor. Fue el accidente que precipitó la caída de la URSS, incapaz de contener la reacción mundial que supuso la explosión del reactor.