El cachalote habría consumido hasta 22 kilogramos de materiales plásticos, desde platos a sedales, redes de pesca, bolsas, e incluso un envase de detergente donde aún se reconocía el código de barras del producto. Esta cantidad de residuos, que ocupaba hasta dos tercios del estómago de la ballena, habría hecho imposible la digestión de los calamares de los que se alimentaba; provocando así, su muerte.
Hasta 500.000 toneladas de objetos plásticos, y entre 70.000 y 130.000 toneladas de microplásticos, llegan a las aguas europeas todos los años, según WWF. Para combatir este tipo de contaminación, la Unión Europea ya ha aprobado una nueva medida que impedirála venta y distribución de plásticos de un solo uso para 2021. Algo que el ministro de Medioambiente italiano ha aplaudido, y ha decidido apoyar con un nuevo proyecto de ley contra la contaminación de plásticos en los mares de este país.
Hasta ahora, los pescadores italianos que llevaran a tierra residuos plásticos encontrado en el mar, debían pagar un impuesto para evitar ser denunciados por tráfico ilegal de residuos. Si se aprueba esta nueva medida, se empezaría a frenar de raíz el problema de los plásticos en los océanos en Italia.