Los investigadores hallaron los huesos del ala y de la cintura pectoral de un espécimen de paloma de Zelandia (Deliaphaps zealandiensis) en la región Otago de la Isla Sur, apunta un comunicado de prensa del Museo Canterbury de Nueva Zelanda.
Los análisis realizados por científicos neozelandeses y australianos, cuyas conclusiones han sido publicadas en la revista "Paleontología y Evolución de las Aves", indican que el hueso del ala es similar a los miembros de un grupo de aves del Indo-Pacífico. Estas aves similares son la paloma manumea (Didunculus strigirostris) que sólo vive en Samoa, la paloma cornoada de Nueva Guinea (Goura cristata) y la paloma Nicobar (Caloenas nicobarica) del Sudeste Asiático.
Esta última, la pariente más cercana al dodo y al solitario de rodrigues (Pezophaps solitaria), de las islas Mascareñas. La paloma de Zelandia "probablemente es muy similar a la paloma Nicobar y por lo tanto es una pariente cercana (o al menos una prima) del famoso dodo", dijo la autora principal del estudio Vanessa de Pietri, del Museo Canterbury, en la revista científica.
El nombre del ave neozelandesa hace referencia al casi sumergido continente Zelandia, una masa terrestre que se cree formó parte del desaparecido supercontinente Gondwana y del que se escindió hace 100 millones de años. Estas palomas, que vivieron en un ambiente de diversidad floral y de abundantes árboles de frutas, probablemente desaparecieron por un "marcado enfriamiento climático que ocurrió hace 14,2 a 13,8 millones de años", comentó por su lado Alan Tennyson, del Museo de Nueva Zelanda "Te Papa Tongarewa".