El cuerpo del animal ha sido hallado en la provincia de Kalimantan, en el centro del país, con 17 agujeros de balines de un rifle de aire comprimido, certificando así que murió a manos de los hombres, según uno de los responsables del centro de preservación Orangutan Protection, Ramadhani, en la web de la organización.
"Le dispararon en el corazón, en los pulmones y en el estómago", según el oficial. El animal era uno de los 104.000 orangutanes de Borneo que quedan en el mundo. Quince de ellos han sido hallados muertos a manos del hombre desde 2011.