La hermana del líder norcoreano será el primer Kim en viajar a Corea del Sur
Seúl anunció que Kim Yo-jong, hermana del líder norcoreano, Kim Jong-un, acudirá a los JJOO de Invierno que se disputan en suelo surcoreano, una histórica visita que supondrá el primer viaje de un miembro de la dinastía Kim al Sur.
La visita, que tendrá lugar del 9 al 11 de febrero, se enmarca en la enérgica y controvertida campaña de imagen que el régimen norcoreano va a desplegar en Corea del Sur durante los Juegos en el condado de PyeongChang y que hoy ha puesto a pleno rendimiento con la llegada de su célebre "escuadrón" de animadoras. La hermana de Kim acompañará al presidente honorífico del país, Kim Yong-nam, que encabeza la delegación norcoreana y es el funcionario del régimen de más alto rango en visitar jamás el país vecino.
La oficina presidencial surcoreana consideró hoy que este viaje "muestra la voluntad del Norte de rebajar la tensión en la península" y destacó el hecho de que, al margen de ser hermana del líder, Kim Yo-jong "ocupa un puesto de peso en el Partido de los Trabajadores" norcoreano. Se desconoce qué rol jugará exactamente Yo-jong durante la visita, aunque Seúl ya ha admitido que el presidente surcoreano, Moon Jae-in, podría proponer un encuentro bilateral con el presidente honorífico norcoreano.
El viaje es fruto de los acuerdos alcanzados en enero por ambos países, que técnicamente llevan en guerra desde hace más de 65 años, para que Corea del Norte participe en estos Juegos que arrancan el 9 de febrero, día en el que las dos Coreas desfilarán además juntas durante la inauguración. Seúl cree que la participación norcoreana en PyeongChang puede ayudar a rebajar la tensión y facilitar un acercamiento entre el régimen y Washington, que enviará a los Juegos al vicepresidente Mike Pence.
Pence coincidirá con la hermana de Kim Jong-un y el presidente honorífico norcoreano en la inauguración de los Juegos y en las recepciones para mandatarios organizadas por Seúl. No obstante, Washington ha insistido en los últimos días en que no hay posibilidad de que haya un encuentro entre Pence y Kim Yong-nam porque Pyongyang no ha mostrado voluntad alguna de desnuclearizarse, condición indispensable para el Gobierno de EEUU antes de iniciar cualquier negociación.
Además, Pence aseguró hoy en Tokio, parada previa a Corea del Sur, que su país no permitirá que el régimen "esconda tras la bandera olímpica la realidad de que esclaviza a su población y amenaza a otros países". A su vez, la visita de la hermana del líder norcoreano supone una suerte de provocación a la Administración del presidente de EEUU, Donald Trump, que el pasado enero le impuso sanciones a ella y a otros siete altos cargos del régimen por su relación con "las continuadas violaciones de derechos humanos y la censura" en Corea del Norte.
No obstante, el Gobierno del Sur consultará a la comunidad internacional sobre la visita, con el fin de que esta no cause "ninguna controversia sobre las sanciones", explicó en un comunicado. Nacida en algún momento entre 1987 y 1989, fruto de la relación entre el exlíder norcoreano Kim Jong-il, fallecido en 2011, y su tercera concubina, Ko Young-hui, se sabe que Yo-jong realizó la primaria en Suiza junto a su hermano y que cursó estudios en la Universidad Kim Il-sung de Pyongyang.
En 2014 fue nombrada vicedirectora del Departamento de Propaganda y Agitación del Partido de los Trabajadores de Corea, que el pasado octubre la designó entre los nuevos miembros del politburó. Al histórico anuncio de su viaje se unió la llegada de 229 animadoras norcoreanas a Corea del Sur, consideradas el paradigma de lo que Pyongyang entiende por "soft power".
Se cree que el régimen selecciona cuidadosamente a sus integrantes por su belleza y credenciales familiares y se sabe que Ri Sol-ju, mujer del actual líder norcoreano, Kim Jong-un, estuvo en el grupo de animadoras enviado a los Campeonatos de Asia de Atletismo celebrados en la localidad surcoreana de Incheon en 2005.
En los últimos días han llegado también al Sur una delegación compuesta por 22 atletas, una veintena de funcionarios o una orquesta musical de 140 miembros que actuará durante los Juegos. Este despliegue ha despertado rechazo entre muchos surcoreanos que creen que el régimen ha logrado absorber toda la atención mediática de los Juegos.
Grupos conservadores se han manifestado repetidamente en contra de los acuerdos entre Seúl y Pyongyang y han asegurado que lo seguirán haciendo durante los Juegos en las sedes donde compitan o actúen atletas y artistas norcoreanos.