Según datos preliminares, el individuo asegura que lleva un cinturón explosivo adherido a su cuerpo y que está dispuesto a activarlo. En la oficina de correos, que se encuentra cerca de la estación de metro Kíevskaya, hay once personas, incluidos dos niños, aunque otras fuentes hablan de nueve personas.
Por el momento, se desconocen las demandas del asaltante, quien supuestamente entró en la oficina para cometer un robo, pero la pronta llegada a las inmediaciones de una patrulla de policía frustró el plan de fuga del asaltante.
Las fuerzas especiales han entablado negociaciones con el atacante, al que conminan a que deponga las armas, libere a los rehenes y se entregue.