Madrid |
Se llama Swami Sivananda y esgrime un pasaporte en el que figura, como su fecha de nacimiento, el 8 de agosto de 1896. Eso le sitúa como el hombre más viejo del mundo, e incluso, de toda la Historia. En el libro Guinness de los Récords figura como la más longeva una mujer francesa que vivió 122 años y 164 días y que falleció en 1997.
El protagonista de nuestra historia sorprendió a las autoridades de Abu Dhabi al mostrar la fecha de nacimiento en su pasaporte y se convirtió de repente en toda una celebridad con la que sacarse fotos.
Swami, que perdió a sus padres antes de cumplir los seis años, fue adoptado por un gurú espiritual hindú y se convirtió en monje. Cuenta que el secreto de su vejez es mantener una vida simple y disciplinada. Sin sexo ni comidas picantes, dice. Lleva una alimentación muy frugal, sólo toma alimentos hervidos sin aceite o especias. Evita comer frutas y tomar leche y practica dos horas de yoga al día. Duerme sobre una alfombra en el suelo y utiliza de almohada un taco de madera. Tampoco socializa mucho. No le interesan las nuevas tecnologías y prefiere estar solo.