Una niña de 5 años procedente de Michigan le pidió a su padrastro algo para comer a lo que él respondió apuñalándola y prendiendo fuego a su cuerpo para esconder el crimen, según fuentes policiales.
Thomas McClellan, el padrastro de la pequeña, se encaró con la pequeña Luna Younger después de que esta se negara a abandonar su habitación tras pedirle comida, según el diario New York Daily News.
El hombre, de 25 años, tiró a la pequeña al suelo, se sentó sobre ella y la apuñaló varias veces en el pecho. Fue entones cuando cubrió el cuerpo de la niña con mantas, le roció vodka por encima y prendió fuego.
Los bomberos fueron avisados después de que las llamas se extendieran por la casa que McClellan compartía con su mujer, Victoria McClellan, que en ese momento se encontraba trabajando.
Corey Drolett, uno de los bomberos que acudió a la casa, fue el primero en entrar en la vivienda, pero no vio el cuerpo de la pequeña a primera vista, ya que había sido cubierto con mantas. Cuando finalmente la encontró, se dio cuenta de que era demasiado tarde. "Supe que la víctima había muerto", confesó.
Pese a saber que la niña había fallecido, Drollet, el bombero, cuenta que trasladó su cuerpo mediante la ventana para que sus compañeros pudieran hacerle un masaje cardíaco. "Dada la situación, sentí que teníamos que hacer ver a su madre que estábamos haciendo algún esfuerzo", asegura el bombero.
Victoria McClellan, la madre de la niña fallecida, contó a los agentes que ella y su marido habían estado peleando antes de que se marchara a trabajar. Horas después de dar el aviso a los bomberos, Thomas McLellan admitió haber matado a la niña y se entregó a las autoridades.
Ahora ha sido acusado de asesinato, abuso de niños y de provocar un incendio, por lo que podría enfrentarse incluso a una pena de cadena perpetua si finalmente es declarado culpable.