La tierra es tan cara que cada vez es más difícil encontrar espacio hasta para almacenar las cenizas. Un columbario público tiene una lista de espera de varios años y uno privado puede costar hasta 200.000 euros.
Echar al mar las cenizas o guardarlas en casa no encaja con las creencias chinas y el gobierno honckones trata de proporcionar los entierros verdes en jardines, pero aún solo son el 15%.