Connie Yates y Chris Gard, padres del menor afectado de una rara enfermedad genética, anunciaron este lunes que abandonaban la batalla legal para no desconectar a su hijo y permitir que recibiera un tratamiento experimental. En cualquier caso este martes han regresado al juzgado para determinar un plan de cuidados para el final de su vida.
"El plan debe ser seguro, evitar cualquier dolor a Charlie y proteger su dignidad. Al mismo tiempo, debe atender los deseos de sus padres en relación al momento y lugar de su fallecimiento", señala el texto remitido al juzgado por los abogados del hospital.
El documento apunta que la ventilación artificial de Charlie sólo puede atenderse en el hospital. "Charlie es un menor que requiere un tratamiento altamente especializado y su cuidado no puede ser simplificado", añade el documento.
El abogado de los padres de Charlie había anunciado que el hospital estaba poniendo obstáculos para que el menor pudiera morir en su casa, a lo que el centro médico ha respondido que la habría gustado que Charlie regresase a casa si esto hubiera sido posible.