MGM Resorts International ha presentado denuncias federales contra más de mil personas que fueron víctimas de los hechos, en los que 58 fueron asesinadas y centenares resultaron heridas después de que el autor del ataque, Stephen Paddock, abriera fuego en mitad de un concierto, aseguró en su web el abogado Robert Eglet.
La empresa argumenta que tomó las medidas de seguridad requeridas y que, por tanto, no puede ser tomada como responsable de cualquier muerte, lesión u otros daños causados por la masacre, razón por la que reclamó que cualquier petición en este sentido sea rechazada.
Según la cadena de hoteles, el espacio cumplía con los estándares establecidos por el Departamento de Seguridad Nacional para que estuviese protegido ante reclamaciones de responsabilidad en esta materia en base a una norma de 2002.
Eglet, abogado de un gran número de las víctimas, criticó la decisión de la empresa de interponer la demanda en un tribunal federal, al considerar que debería haberse registrado a nivel estatal en Nevada.
"Nunca he visto algo más indignante que demandar a las víctimas en un esfuerzo para encontrar un juez que les guste", comentó el letrado sobre la decisión de la compañía, en declaraciones recogidas por medios de comunicación estadounidenses.
El 11 de octubre, diez días después de los hechos, una superviviente, Paige Gasper, de 21 años, interpuso la primera denuncia contra la compañía motriz del hotel Mandalay Bay, donde tuvo lugar el ataque.