El reverendo encargado de esta iglesia buscaba una manera con la que los visitantes pudieran disfrutar de una de las mejores colecciones de techos medievales que hay en Europa y con los que cuenta esta edificación religiosa.
El principal problema es que los techos son tan altos que para la mayoría de personas que visitan la catedral, no lo pueden apreciar.
Por este motivo, lo que han hecho ha sido instalar un enorme tobogán, al que se accede subiendo a una torre de 15 metros de altura y desde donde se pueden disfrutar de cerca estos hermosos techos.
Sin embargo, esto no va a ser permanente, sino que va a estar simplemente hasta el 18 de agosto.