Ante esta situación y tras incidentes en Filandia, Alemania, Estados Unidos, Dinamarca y Australia, Ikea ha solicitado a los clientes que hayan comprado la silla de playa que la lleven a cualquier tienda para su reemplazo o devolución.
Después de lavar el tejido del asiento y volver a montarlo puede suceder que se haga de forma incorrecta provocando así posibles caídas o atrapamiento de los dedos, según ha explicado la firma, que ha recibido cinco informes sobre incidentes con la silla Mysingsö de caídas por montaje incorrecto y que incluyen lesiones en los dedos y la atención médica necesaria.
"La seguridad de los productos es una prioridad para Ikea y todos ellos deben cumplir la legislación nacional e internacional y los estándares de seguridad pertinentes. La silla de playa Mysingsö ha sido sometida a pruebas mecánicas, de tejidos y químicas, y ha superado las diferentes pruebas realizadas", ha señalado la firma.
Tras recibir los informes sobre los incidentes, Ikea inició una investigación completa, que ha dado paso a una mejora del diseño para evitar posibles daños provocados por montajes incorrectos.